Protestar y votar







Pinochet comenzó su gobierno con las características propias de una dictadura, llegando al poder por el rompimiento del hilo constitucional. Pero durante su mandato recurrió a elecciones para intentar pasar como un régimen democrático o al menos uno que tomaba en cuenta a su pueblo, "ganando" consultas plebiscitarias previas al "No". El asunto es que a pesar de haber demostrado ser un eficiente gobierno de prosperidad económica ( muertos y torturados de por medio), el pueblo terminó derrotándolo en las urnas.


En Chile no estaba pasando nada, al menos así lo creía su dictador, todo iba viento en popa, pero en 1988 se debía consultar si el pueblo quería su continuidad en el poder y se convocó a un plebiscito. Si, el mismísimo régimen llama a sus contrarios a que intentarán derrotarle, como cuando uno le decía a uno de sus compañeritos de la escuela "ven a que no me quitas esta paja del hombro"...pero se la quitaron. El pueblo se la quitó y Pinochet fue derrotado electoralmente.


Habían condiciones? claro que no. Ni gafo que fuera. Pinochet como todo bravucón quería ganar. Pero además en su loco delirio, estaba convencido de que lo estaba haciendo tan bien (y en parte era así claro, en el tema económico), que ganaría la consulta. Pero no. El pueblo se organizó, sus lideres le entendieron, su necesidad de retomar la democracia y de encontrar justicia en tantos crímenes les animó, todos unieron esfuerzos entorno al amor por su país y le dijeron "No".

Con similares condiciones, Lech Walesa gana en Polonia, contra un gobierno autoritario. En Sudáfrica gana Mandela, representante de la relegada mayoría negra, contra un gobierno representado por la minoría blanca, un caso con características de "milagro". Y así, contra todo pronóstico, ganaron muchos otros. Incluso aquel caso en el que él mismo candidato no creía que ganaría con un Consejo Supremo Electoral en contra porque según él le robarían los votos, y contra toda posibilidad, ganó y se mantuvo en el poder hasta su muerte.

No subestimo los movimientos revolucionarios que han instaurado verdaderas democracias , a pesar de su origen violento, pero en su mayoría los pueblos saben que si lo que buscan es estabilidad y un gobierno para el pueblo es necesario que este sea con base legal. Que se inicie bien, pues esperan que termine bien, aunque ese bien comience con una desprestigiada y entredicha convocatoria.

La electoral es la vía más justa y pacífica que han utilizado casi todos los pueblos gobernados autoritariamente para cambiarlo y es el sueño de los que aún no lo han logrado, porque por más talante tiránico que tenga el convocante, también quiere sentirse cómodo y aceptado en el poder y para eso tiene que medirse ...y es allí donde puede caer en su propia trampa, al no prever acertadamente la actitud del electorado que él cree de su lado.


No tengo datos verificables, pero intuyo que hay una intención de voto que no puede medirse por las redes sociales, porque no todos las manejan y no es solo porque no tengan smartphones, sino porque no les gusta hacer tweets u otros comentarios, no quieren hacerlos, no tienen como hacerlos o temen ser descubiertos.

Llamar a la abstención en este momento es un salto al vacío. Lo fue en 2005, lo fue en las recientes elecciones municipales, (o mejor solo de alcaldes) y lo ha sido en varios episodios de nuestra historia contemporánea.

Las transiciones políticas exitosas, como la sudafricana con Mandela al frente, han sido resultados de acuerdos, negociaciones y de elecciones, nadie autoritario en el poder quiere perder, su deseo no es perder, su deseo es medirse y demostrarle al retador que sigue teniendo apoyo. Siempre albergarán la esperanza de mantenerse con poder y de eso debemos ser conscientes. El gobernante no va a proponer una elección porque quiere perder, repito, lo que quiere es medirse. 

Con todas sus semejanzas y diferencias lo que está pasando en Venezuela, la que para algunos analistas podría hasta considerarse un gigantesco campo de concentración, no es lo que pasó en la Sudafrica pre- Mandela, o en el Chile de Pinochet y no obstante, en estos casos estuvo presente la vía electoral. 

Ahora, lo que yo no termino de entender es como en Venezuela, si todos estamos de acuerdo, nos hemos separado en dos conclusiones distintas. Hace unos días hablé con una buena amiga sobre la situación del país y estuvimos de acuerdo en que era necesario tomar acciones para recuperar la cordura del país. Nos quejábamos, mejor dicho nos decíamos, sobre lo agotador de conseguir el alimento diario, las medicinas si hacían falta, la locura de la corrupción y el largo etcétera en el que se nos ha convertido a todos la cotidianidad.


Sin embargo, a pesar de nuestra aparente coherencia, tanto en premisas, como en argumentos, mientras mi conclusión fue que por todo eso debíamos votar, la de ella fue que precisamente por esas razones ella no iría. Me quede impactada y traté en vano de convencerla, aunque a pesar del desencuentro, siempre nos mantuvimos en tono cordial. La verdad es que los venezolanos somos una rara especie.


No se exactamente como fue que los profesionales de las política, tanto la oficial como la oposicionista, nos metieron en esta oscura encrucijada en la que en un país tradicionalmente demócrata nos debatimos entre la opción de votar y la de abstenernos de hacerlo. Pero esa siempre ha sido la conducta de ellos, al menos más claramente en estos últimos 20 años, siempre guiándonos a complacerles. Pero cuando observo que los que pasivamente los hemos soportado y que ahora tenemos la oportunidad de generar cambios pacíficos, en ves de accionar democráticamente, actuamos como ciegos borregos al servicio de los mezquinos intereses de quienes siempre nos han querido manejar a su antojo, y seguimos deshojando la margarita, solo me viene a la mente la trillada frase de Bolívar:"Un pueblo ignorante es instrumento ciego de su propia destrucción". 


Claro que la situación es muy difícil y sumamente complicada y que hay que plantarse frente al gobierno para exigirle que nos respete, que tenemos que solicitar ayuda internacional, que debemos hablar con el papa, con Trump, con Putin, con el Chino y con quien pueda ayudar, con el que sea para salir de esta terrible situación. Claro que tenemos que reunirnos, aportar soluciones, ayudar al mas necesitado y comportarnos como verdaderos ciudadanos del siglo XXI y claro que además deberíamos protestar contra las malas políticas de gobierno. Todo lo anterior es necesario, pero lo que nos tiene que explicar el Frente Amplio y sus seguidores deberían exigirle, es por qué no podemos hacer todo a la vez. Tendrían que decirnos porque protestar por la grave situación del país nos tiene que llevar a la conclusión de no votar. Podemos perfectamente protestar y votar. Porque si protestar contra el gobierno y votar son opciones compatibles, la decisión de sólo abstenernos nos está quitando una posibilidad.


Willmary Comus
...una ciudadana mas!

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