País en Fuga, país futuro

El país se nos va. Se nos va por los cuatro puntos cardinales. Su últimas imágenes son dolorosas. Se nos va en los miles de chamos que decidieron  dejarlo así,  tal y como está, a medias, carcomido por la corrupción, la inflación, el hambre, la escasez, la inseguridad y la malas intenciones. Se nos va  en los que nos quedamos como atrapados en un lugar que queremos y que a la vez nos expulsa, como a un bebé que quiere vivir pero al que se quiere abortar. Se nos va en cada despedida sin retorno, en cada cola por alimentos, en cada persona que hurga en la basura, en la inseguridad agobiante, en los malandros administradores que no ceden y en los que se les oponen pero que a la vez dan la impresión de que son sus seguidores.

Sin embargo, hay momentos en que parece que todo está bien y sin querer ves alrededor gente tratando de vivir a la Venezuela que se le escapa y a  la que quiere obligar a que se comporte como siempre, como lo hacía antes (¿ Antes de qué?): Esos bailan, ríen, evaden la situación real . Ves entre esa gente a los que planean, construyen, ayudan y mientras tanto ajustan sus horarios de vida al espacio y tiempo que el delincuente les deja.  Quien sabe de qué estamos hechos los venezolanos. Quizá del mismo barro del que está hecha la pobre África,  Corea del Norte o Haití.

Lo cierto es que  cada día encuentras gente que te dije con desparpajo y orgullo que no se va. Que se queda en Venezuela, que de aquí nadie lo saca y que sí cree que podamos salir de esto. Gente que te hace mantener tus esperanzas y no perder la fe. Gente que como tú cree que tenemos futuro..aunque a veces,como hoy, sientas que la desolación llegó para no irse jamás de tu alma porque gente  que también te insufló con sus esperanzas y con su fe, además de arrojo, fuerza y coraje, es sentenciada y ves en directo como muere, mientras el país se sigue fugando!

 Willmary Comus