Bendito Pernil

Existe una pirámide, llamada de Maslow a propósito del nombre de su creador, que indica la escala de valor en las necesidades humanas. Comenzando por abajo, tenemos las necesidades más básicas como respiración, esfínteres,  alimentación, vestido y sexo y pasando por tres niveles mas, en orden ascendente hasta alcanzar la mas elevada, tenemos la autorrealización, en la que el hombre siente la necesidad o el deseo de trascender como individuo, mediante la moralidad, la creatividad, la espontaneidad, la aceptación de los hechos y la resolución de problemas.
He pensado mucho en ella en estos días,  por eso de que " en este tiempo, sólo estamos pensando en comida."

Y es así como aparece el Sr. Pernil y nos muestra en que nivel de la pirámide descrita se encuentran algunos venezolanos, que salieron espontáneamente a protestar porque la promesa de comer bien, aunque fuese por pocos días no se cumplió (estos algunos pudieran estar representados por el 90% de los empleados formales, a decir del  Frente Autónomo de Defensa del Salario y el Sindicato , por sus siglas FADESS). Y es así también como se muestra en que nivel de la pirámide se encuentran otros venezolanos quienes, ante esta escena, registrada en algunos sectores de la capital e interior del país, no les salió otra cosa que decirles (abro comillas) "Lambucios", "vende patrias", " bienhecho, entregaron su voto y al país por un pernil y tampoco se los dieron". Obviamente los primeros descritos están en el nivel mas básico de la pirámide o quizá un escalón por encima y el segundo grupo, evidentemente se encuentra llegando a la cúspide del triángulo en estudio, o en un  nivel por debajo.

La verdad es que en esta crisis no todos estamos en el mismo grado de la mencionada pirámide y los que podemos verlo, porque estamos escribiendo, leyendo, analizando, opinando o simplemente observando, ciertamente no estamos en esa elemental  posición porque   nuestras funciones cognitivas, aún no anuladas por la escasez, la inflación extrema o las enfermedades,  nos permiten ir más allá de saciar el hambre para abrir nuestra conciencia a  otra visión.

El asunto es que algunos ( no todos) prefirieron la crítica elemental, superficial, sin fundamento y primitiva que les llevó derechito al insulto, pero que a la vez parece que invirtiera la posición en el monumento creado por Maslow, su autor, porque bien analizado y aun sin pensarlo, con solo sentirlo, si realmente estás muriendo de hambre, pero  aún te quedan fuerzas ante la promesa de alimentarte mejor de lo que lo vienes haciendo, aunque sea por unos días, te levantarás a reclamar por el engaño. Pero por el otro lado, si también sientes que estás pasando hambre, pero puedes criticar e insultar a quien reclama el pernil, entonces es porque bajaste con él a la base.

Y es que a quien mas sabe, más se le exige,y ese debería estar consciente de que no es posible subir en la escala de valores de esa pirámide, a decir de los estudiosos, sin antes saciar las más básicas. Es decir un pueblo con hambre, no puede pedir libertad para sí mismo y mucho menos para otros, porque primero tiene que comer y una vez satisfecha esa primordial necesidad, saciar la siguiente como su seguridad física o de recursos, empleo, etc.  O sea que si tiene hambre, la libertad le queda lejos, ni siquiera la mira.

Entiendo aquellos, que movidos por la rabia que le produce ver el país caerse a pedazos, expresaron su molestia en un contexto negativo, porque esto también es la actitud normal del hombre en sociedad, pero a la vez les pido que se eleven y miren bien a su alrededor.

Muchos de ese pueblo que protesta por un pernil, por acción u omisión ha sido utilizado por los malandros gobernantes, otros, lo admito, han hecho daño a conciencia, otros están tan enredados que les es más fácil seguir en esa madeja que intentar zafarse, pero este análisis solo es privilegios de pocos, es para aquellos que comiendo mal como ya lo estamos haciendo, al menos comemos.

Los que ya pasamos el momento de la alienación, los que podemos todavía ver bien el panorama, aunque no podamos predecir del todo nuestro futuro, pero que sabemos que podemos influir en cambios positivos para el país, esos que nos quedamos y aunque estemos fuera, queremos construir una mejor sociedad, esos no podemos opinar desde lo elemental, porque no estamos en esa posición.

Movidos por el poder que nos da el estar en una escala superior de la pirámide de Maslow es nuestra obligación entender al que mas lo necesita y ver con mas claridad este asunto del bendito pernil. Willmary  Comus

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